No me caes bien, Stephen. Quizás en el pasado me gustaste con todas aquellas cosas sobre el tiempo y el espacio. Reconozco que en algún momento fui hacia ti con la esperanza de ver resueltos algunos de mis problemas espacio-temporales. No conozco demasiado físicos, ni en persona ni de ninguna manera. Pero tú, Stephen... todos sabemos quién eres. Y yo tengo muchos problemas con el tiempo y el espacio y me mareo pensando en el universo y siento un vértigo y un escalofrío cuando leo, sin entender muy bien, noticias que hablan de estrellas, cometas, planetas, fronteras cósmicas, amor sideral.
Hay ciertos temas que la poesía no me puede resolver, Stephen. Muchas cosas sí. Pero el vértigo de descubrir un planeta nuevo... eso no. Y el tiempo curvándose peligrosamente, la curvatura del tiempo. ¿Tienes idea de lo que significa para mí la curvatura del tiempo? Para ti no será gran cosa porque entiendes todas las fórmulas que explican la curvatura en las revistas científicas. Pero para mí significa que de repente vamos por una carretera, la monotonía de los árboles, el asfalto, poca luz, siempre es de noche en este tipo de carreteras, no se pueden distinguir los monstruos y fantasmas de los árboles inofensivos, y la carretera continúa, línea recta, apenas iluminada por las luces de un coche que seguramente conduces a demasiada velocidad porque necesitas salir pronto de la monotonía del asfalto.
Y de repente hay una curva. Una maldita curva donde sería fácil estrellarse, apenas perder un poco el control, tal vez a propósito, con aquella ligera tendencia a la autodestrucción que te persigue desde la adolescencia. Estrellarse en una curva de carretera nocturna. Pero no. Porque es el tiempo y es el espacio jugando con las leyes de la física y haciendo malabarismos con la geometría, con la gravedad... cosas así. No lo sé explicar y seguramente me estoy imaginando cosas que ni siquiera existen. O lo entiendo todo mal.
Quizás las metáforas no sirven para explicar física. O no son las mismas metáforas. El maldito azul de tus ojos como un mar infinito. Ya sabes, cosas ridículas como esta idea del mar y los ojos. Para la física no sirve. Las metáforas son papel mojado. Hablamos de las curvas que hacen el tiempo y el espacio y que me permiten salir de esta carretera y estrellarme contra un universo paralelo.
No sé qué pensará el resto de la humanidad pero es importante saber que los agujeros negros existen, que hay un lugar que lo puede absorber todo. Ni la luz tendrá escapatoria. Nada. Enviar cualquier cosa hacia el agujero negro y que la densidad infinita juegue su papel. Desintegración. Como el astronauta del experimento que acabará convertido en espagueti si entra en el agujero negro antes de morir aplastado por su propio peso.
Un horizonte de sucesos .
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