Fortunately the milk es, según su autor, el libro más alocado y ridículo que ha escrito nunca.
No queda leche en la nevera, la madre está de viaje de trabajo, es hora del desayuno, los cereales sin leche no están buenos. Los niños están preocupados y el padre sale a comprar. Por el camino es secuestrado por unos alienígenas y rescatado por un dinosaurio que pilota un globo aerostático. También hay una máquina del tiempo, unos piratas, una tribu con un volcán y un dios que espera un sacrificio humano, unos vampiros, unas pirañas, unos ponis muy inteligentes, más dinosaurios que trabajan como policía intergaláctica, unos enanos bailarines. Y lo más importante de todo, un brick de leche que puede provocar la destrucción del universo si el padre no puede volver a casa a preparar el desayuno a sus hijos.
Neil Gaiman vuelve a demostrar su habilidad natural para construir una historia capaz de entusiasmar a los más pequeños y de hacer pasar un buen rato a los adultos dispuestos a aceptar las convenciones del género. ¿Surrealismo, piratas y dinosaurios? ¿Cómo podría no gustarnos?
Un nuevo éxito de uno de nuestros autores favoritos que acaba de ganar el premio al mejor libro del año 2013 en el Reino Unido con la novela para adultos The ocean at the end of the lane publicada en español por Roca Editorial.
Fortunately the milk está ilustrado en la versión americana por Skottie Young y en la británica por Chris Riddell .
Y es divertido, ¡muy divertido!
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