VERSIÓ EN CATALÀ
Trabajo sobre un texto de Mircea Eliade. Trato de ordenar las ideas que dan forma a la primitiva nostalgia del paraíso, la paradoja del espacio sagrado, accesible e inaccesible, las múltiples pruebas a que nos someten las divinidades antes de confirmar que sí, que estamos ante la piedra sagrada , el árbol sagrado, el río sagrado.
Me dejo caer sobre la idea del círculo. La obsesión por el círculo me acom
paña desde que descubrí la Bagdad antigua y circular de la mano de Daniel. El Templo de Vesta en Roma. Las ruinas circulares de Borges. La perfecta circunferencia lunar. Como el estribillo de la canción que escuchamos de manera obsesiva.
El círculo sagrado que nos protege del mal, que no deja entrar a los demonios. Se nos permite sufrir un ataque de medievalismo y superstición a estas horas? Seres malignos llaman a la puerta enloquecidos por el viento circular que provoca la canción que cantamos en bucle. Como un mantra. Como la perla protectora que el héroe esconde para poder salir del infierno con todas las pruebas superadas .
Babilonia ya no será nuestro refugio nunca más, dices. Pero no me lo creo. Hace siglos que me lo dices. Pero hacemos las maletas, deshacemos las tinieblas. Cantamos canciones de músicos suicidas.
Hay nuevos espacios sagrados que nos definen, a medio camino entre la devoción, la mística profana y la incredulidad. Nunca hemos dejado de descalzarnos para entrar en el templo circular que nos protege y nos exige a partes iguales .
Cantamos desnudos y exorcizamos demonios.
Trabajo sobre un texto de Mircea Eliade. Trato de ordenar las ideas que dan forma a la primitiva nostalgia del paraíso, la paradoja del espacio sagrado, accesible e inaccesible, las múltiples pruebas a que nos someten las divinidades antes de confirmar que sí, que estamos ante la piedra sagrada , el árbol sagrado, el río sagrado.
Me dejo caer sobre la idea del círculo. La obsesión por el círculo me acom
paña desde que descubrí la Bagdad antigua y circular de la mano de Daniel. El Templo de Vesta en Roma. Las ruinas circulares de Borges. La perfecta circunferencia lunar. Como el estribillo de la canción que escuchamos de manera obsesiva.
El círculo sagrado que nos protege del mal, que no deja entrar a los demonios. Se nos permite sufrir un ataque de medievalismo y superstición a estas horas? Seres malignos llaman a la puerta enloquecidos por el viento circular que provoca la canción que cantamos en bucle. Como un mantra. Como la perla protectora que el héroe esconde para poder salir del infierno con todas las pruebas superadas .
Babilonia ya no será nuestro refugio nunca más, dices. Pero no me lo creo. Hace siglos que me lo dices. Pero hacemos las maletas, deshacemos las tinieblas. Cantamos canciones de músicos suicidas.
Hay nuevos espacios sagrados que nos definen, a medio camino entre la devoción, la mística profana y la incredulidad. Nunca hemos dejado de descalzarnos para entrar en el templo circular que nos protege y nos exige a partes iguales .
Cantamos desnudos y exorcizamos demonios.
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