Si
se da el caso inaudito de entrar en contacto con una sirena es
importante saber que ellas guardan en la parte más oscura de su
inconsciente acuático una antiguo rumor de tierra firme, de cuando
tenían piernas. Es
por ello que valoran especialmente a los seres de pies calientes que son
capaces de trasladarlas al interior de las cuevas, las cumbres de las
montañas, las selvas, los desiertos, las sabanas ...
Pero no se deje engañar por leyendas absurdas. No hay fuerza que pueda alejar a una sirena de su mar
La sirena añora con añoranza de ostra cerrada. Añora la secreta felicidad de caminar por un bosque pero no recuerda de dónde surge esa sensación que la hace temblar ante la visión de unos pies desnudos bajo el agua.
Las sirenas no cantan. Quien alguna vez creyó que su barco se desviaba por culpa de una sirena se equivocaba. Aquello era otra cosa. Las sirenas bailan tratando de recordar el extraño placer de la gravedad terrestre, la atracción irremediable de las notas musicales contra la tierra .
La condición natural de las sirenas es la desnudez. La sirena se deshará en espuma si una roca apropiada se cruza en su camino. En caso contrario, te ahogará sin compasión antes de morir de aburrimiento. La sirena valora el riesgo pero negará la posibilidad de respirar bajo el agua a los insensatos que pretendan salvarlas de su vida de sirena.
Muerde a una sirena, guardatela en el bolsillo, hazla caminar como si realmente tuviera pies, sorprendela, hazla creer que la has atrapado cuando se deje atrapar, que pueda recordar en ti como era cuando te podía devorar un león. Porque está en su naturaleza sentir placer con todo lo inaprensible y lejano.
Pero no se deje engañar por leyendas absurdas. No hay fuerza que pueda alejar a una sirena de su mar
La sirena añora con añoranza de ostra cerrada. Añora la secreta felicidad de caminar por un bosque pero no recuerda de dónde surge esa sensación que la hace temblar ante la visión de unos pies desnudos bajo el agua.
Las sirenas no cantan. Quien alguna vez creyó que su barco se desviaba por culpa de una sirena se equivocaba. Aquello era otra cosa. Las sirenas bailan tratando de recordar el extraño placer de la gravedad terrestre, la atracción irremediable de las notas musicales contra la tierra .
La condición natural de las sirenas es la desnudez. La sirena se deshará en espuma si una roca apropiada se cruza en su camino. En caso contrario, te ahogará sin compasión antes de morir de aburrimiento. La sirena valora el riesgo pero negará la posibilidad de respirar bajo el agua a los insensatos que pretendan salvarlas de su vida de sirena.
Muerde a una sirena, guardatela en el bolsillo, hazla caminar como si realmente tuviera pies, sorprendela, hazla creer que la has atrapado cuando se deje atrapar, que pueda recordar en ti como era cuando te podía devorar un león. Porque está en su naturaleza sentir placer con todo lo inaprensible y lejano.
Cuando una sirena sin pies te quiere no mide el tiempo. La eternidad es ese instante exacto en que ocurre todo. Su abrazo te convierte en fondo acuático, en innumerables gotas de agua donde todo ocurre al mismo tiempo.
Si una sirena te ama lo hará para siempre. Porque el siempre será el único momento que compartirá contigo. La materia del tiempo bajo el agua está hecha con el alma de las sirenas.
Sobre todo nunca le hagas una promesa a una sirena.
Te mirará sin comprender antes de abandonarte.
Si una sirena te ama lo hará para siempre. Porque el siempre será el único momento que compartirá contigo. La materia del tiempo bajo el agua está hecha con el alma de las sirenas.
Sobre todo nunca le hagas una promesa a una sirena.
Te mirará sin comprender antes de abandonarte.
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