-1-
Estos días estoy revisitando Las ciudades invisibles de Italo Calvino.
Kublai Kan y Marco Polo intercambian melancolías geográficas a través del imperio tártaro. El emperador quiere saber qué pasa en las ciudades que gobierna y no conoce. Marco Polo le explica cómo son estas ciudades invisibles, oníricas, como pequeños poemas en prosa. Ciudades suspendidas en el espacio, rodeadas de innumerables ríos, pavimentadas con metales preciosos, castillos, desiertos, animales enormes, comerciantes de sedas y especies, pozos de profundidades infinitas, deseos, recuerdos, símbolos...
Kublai Kan le pregunta a Marco Polo si viaja para revivir su pasado o para encontrar su futuro.
Marco Polo le contesta que el otro lado es un espejo en negativo. Quien viaja reconoce las pocas cosas que son suyas cuando es consciente de todo lo que no ha tenido nunca y de todo lo que no tendrá nunca.
-2-
Continuamos bailando.
Para poder subir primero tenemos que aprende a bajar. No podemos estar siempre arriba ni siempre abajo.
Para ganar profundidad en la coreografía tenemos que aprender a estar arriba y abajo de manera equilibrada.
No podemos estar siempre arriba ni siempre abajo
Si estamos arriba es porque primero hemos estado abajo. Generalmente para coger impulso.
-3-
¿Cuántas ciudades invisibles tenemos dentro? ¿Cuántos paisajes invisibles? ¿Qué ruta elegiremos para comerciar con nuestras sedas y especies, de qué animales salvajes huiremos, cuántas fuentes nos ofrecerán agua?
Cuál es nuestra ciudad invisible?
Y si después de andar tanto nos damos cuenta de que nos volvemos a encontrar en el punto de partida?
Y si todo estuviera más cerca de lo que pensamos?
-4-
Marco Polo, descansa... ahora te explicaré yo una historia....
Marco polo fue un trotamundos incansable
ResponderEliminarlos paisajes las costumbres que el descubrió y nos mostró,
hoy podemos buscarlas dentro de nosotr@ y a nuestro alrededor solo tenemos que saber mirar.
Un beso viajera