jueves, 25 de agosto de 2011

BUSCANDO ÁNGELES NUEVOS

VERSIÓ EN CATALÀ

Continuamos buscando hipopótamos.

Y por el camino encontramos puestas de sol doradas, ríos cargados de agua y leyendas, puentes indestructibles, plazas donde descansar.

Hay lugares donde siempre acabamos volviendo, puntuales, expectantes. Hay ciudades que nos reciben con la voluntad de resistir todas las rutinas que nos imponemos, que nos hacen pasear entre la seducción de las cosas antiguas y los espacios abiertos cubiertos de girasoles, belleza toscana, revisitada año tras año, redescubierta, redecorada en la memoria, redundante.

Son las mismas plazas pero no son las mismas plazas.

Cómo decía Neruda, nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. El tiempo antipático, Cronos maldito, que nos hace crecer y nos hace cambiar y transformarnos y repasar con ojos nuevos los paisajes antiguos. Las esculturas de Michelangelo siempre serán las mismas, prisioneras de su propia inmortalidad, las tumbas imponentes de ángeles dolorosos permanecerán por siempre en el interior de la Santa Croce, San Miniato al Monte nos acogerá compasivo cuando queramos huir de la multitud y a los pies de su cementerio contemplaremos una vez más la ciudad petrificada en su belleza antigua.

Y cada vez buscaremos ángeles nuevos por las esquinas, cada vez comeremos el mejor helado, la mejor pizza, capturaremos el mismo paisaje, la misma luz, el mismo puente endemoniado e indestructible, las mismas plazas, las mismas tumbas. Pero no serán las mismas. Porque nosotros no seremos iguales, tampoco. Y hay lugares donde hay que volver siempre para volverlos a descubrir.

Y ahora continuaré buscando hipopótamos como una viajera decimonónica que no olvida nunca su paraguas ni su bañera.

Mi viaje continúa...