domingo, 2 de diciembre de 2012

LA VISITA DE IAN CURTIS

VERSIÓ EN CATALÀ
Ian Curtis  (1956-1980)

Puntual como siempre. Llega el frío y sueño con Ian Curtis. Bailamos al límite del colapso, hacemos equilibrios sobre cualquier cosa que pueda soportar el peso de nuestras ansiedades. Él insiste en que el amor nos destrozará. Yo insisto en confundir sus ojos claros con los de otro. Recordamos el día de su suicidio mientras preparo galletas de vainilla. Le explico un cuento de niños perdidos y tiembla. 

Hay hormigas paseando por el techo de la habitación. Esta habitación donde bailamos al ritmo de las obsesiones que nos reúnen al inicio de cada invierno. Dice que tiene frío y me lo creo. Tiene la mirada de alguien que tendrá frío para siempre. Cuando parece que está a punto de perder el control subimos a una silla y jugamos a cantar canciones en idiomas inventados. Idiomas de fantasmas. Cada vez más fuerte. Disparamos restos de galletas a las hormigas hambrientas que nos devorarán si no despertamos. Todo se descongela cuando cantamos abrazados como se abrazan los fantasmas en los sueños. 

Ven a visitarme en primavera, maldito Ian Curtis, le digo sabiendo que no vendrá. Tengo la costumbre de mirarlo a los ojos y confundirlo con otro. Cantamos en la oscuridad que nos esconde de todos los miedos imaginados. Monotonía de espirales y nieblas. Su camiseta huele a noche eterna. Cualquier día, Ian, triste Ian, dejaremos de buscarnos y seremos mitad del sueño, mitad del lugar donde empiezan todas las batallas. Elegiremos entre la belleza y la paz, destrozados por la insalvable dualidad de no saber si hemos entendido la canción de la misma manera. 

Algún día llegará el invierno y Ian Curtis no me encontrará en casa.

domingo, 18 de noviembre de 2012

ESCRITORES QUE DEJAN DE ESCRIBIR

VERSIÓ EN CATALÀ
Nos llegan noticias estos últimos días sobre la decisión de Philip Roth de dejar de escribir. Poco días después el húngaro Imre Kertész también dice que se jubila de escritor. Que ya son mayores, que están cansados​​, que ya no tienen nada que contarnos. Sin ninguna intención de cuestionar decisiones ajenas-sólo faltaba-nos quedamos perplejos y discutimos, en el buen sentido de la palabra, sobre esta idea de darle pasaporte a la musa. Tenemos motivos para entenderlos, al señor Roth y al señor Kertész. A veces la musa es digna de ser insultada en diferentes idiomas. Por caprichosa. Por vulnerable. Por malcriada. Después hacemos las paces con ella preguntándonos si no se habrá roto para siempre la confianza entre nosotros. Si podemos volver a empezar donde nos quedamos ya que el principio queda tan lejos que ya no vale la pena ni como viaje de reconciliación.   

Preparamos más café mientras seguimos discutiendo sobre escritores que dejan de escribir. Pero nos recordamos mutuamente que ni Roth ni Kertész han justificado su decisión poniendo como excusa incompatibilidad de caracteres con la musa. Son otras cosas. Lo sabemos. No sabemos si los entendemos. Pero no importa. Hay quien deja de arreglar lavadoras. Hay quien deja de corregir exámenes. Hay quien deja de escribir. Como oficio. Como artesanía. Como manera de vivir. Sí?   

Con más cafeína de la que nos podemos permitir en el cuerpo y sabiendo que la noche será larga nos preguntamos qué pasa cuando las historias llaman a la puerta con la insistencia de los profetas del fin del mundo. Cuando las palabras se estampan contra las ventanas como palomas suicidas intentando entrar en casa y dejando un reguero de tinta sangrienta en los cristales. Cuando hay personajes insistentes como amantes incombustibles reclamando un minuto de atención. Cuando hay metáforas que se pegan llorosas como insectos amazónicos a nuestra piel y no nos quieren soltar. 

¿Cómo se les dice que no pueden entrar en casa?

jueves, 15 de noviembre de 2012

MOTIVOS PARA VOLVER A LONDRES

VERSIÓ EN CATALÀ
No encontraremos nunca un motivo para no volver.

Levantar la vista al cielo cuando sale el sol, sorprendidos, como delante de lo imposible, y formar parte del drama cotidiano de no saber si hoy lloverá sólo o lloverá mucho.

Los cuadros que nos definen más allá de la historia que intuimos. Las verdades que no sabremos nunca. La mirada triste, el dolor de la belleza. Lady of Shalott, en la Tate Britain, hada maldita, mirando el mundo a través del espejo que buscamos siempre cuando volvemos a Londres. Sólo por ti, volveríamos.

Atravesar el espejo. Loca partida de ajedrez contra nosotros mismos. Esquivar todas las momias del British Museum hasta llegar al espejo de obsidiana a través del cual el alquimista de la reina Isabel, John Dee, hablaba con los ángeles.


¿Encontraremos el espejo definitivo? ¿El truco de magia que por fin no será un truco?

Mientras hay un pintor ruso que nos espera en Camden. Guarda sus dibujos dentro de una nevera y nos cuenta historias de árboles mágicos.

Mientras, está la música, como una religión politeísta que sobrevive más allá del tiempo y de los templos. Si no escuchas la música cuando caminas por esta ciudad es que el frío te ha matado. Si es así, marcha, debes marchar. Yo me quedaré aquí, respirando por ti.

¿Recuerdas cuando la libertad era entrar en todas las librerías de Charing Cross?

El peor café del mundo, la película que algún día acabaremos de ver.
El cuento que algún día acabaremos de escribir.
Tatuarnos 1666 en la espalda con una frase que diga: Yo sobreviví al Gran Incendio.

El lugar más bonito de Londres está al otro lado del espejo que seguimos buscando en todos los anticuarios de Portobello.

lunes, 29 de octubre de 2012

SYLVIA (PLATH) UNA DE AQUELLAS NOCHES...

VERSIÓ EN CATALÀ
Sylvia Plath (1932-1963)

A veces pensamos en Sylvia y en la tristeza que provoca no poder atravesar los espejos que nos rodean. Nos pasaríamos el día atravesando espejos, dibujando espirales, abriendo todas las puertas hasta encontrar la metáfora exacta que neutralizaría por fin el dolor de las ausencias.


Todos hablan de la muerte de Sylvia. 30 años. Tristeza y frío en la casa donde vivió Yeats.

Todos los poemas de Sylvia habrán quedado atravesados ​​en la garganta de una hada madrina anémica, incapaz de transformar la calabaza en carroza, la tristeza en esperanza, el dolor en calma. Hace un par de días Sylvia habría cumplido 80 años. ¿Habría escrito durante los últimos 50 años la fórmula perfecta para no morir de tristeza?

Pero no hablemos más de la muerte de Sylvia. Compremos un pastel, olvidemos el frío de Londres, dejemos que cualquiera de sus poemas marque el camino que lleva al centro del laberinto. Las velas guiarán la ruta de las metáforas. Sylvia sonreirá, siempre joven y bonita. Brillante y fugaz.

Una de esas noches en las que me pregunto si estoy viva o si alguna vez lo he estado ...
Sylvia Plath

domingo, 10 de junio de 2012

COCINA Y POESÍA

VERSIÓ EN CATALÀ


Eliza Acton (1799-1859) quería ser poeta. Era los tiempos de la revolución de las clases medias y la sociedad victoriana inventaba rituales alrededor de la mesa para demostrar su educación y categoría. Presumían de cocina, de comedor, de vajilla y de buenos modales ante los vecinos, sin tener demasiado claro aún qué significaba tener buenos modales.

Eliza, nacida en Sussex, al sureste de Londres, tenía mala salud y un amor imposible en Francia. A los 17 años abrió una escuela para jovencitas y los 27 publicó su primer libro de poemas con un cierto éxito. Pero fue 19 años después cuando vio la luz la obra por la que sería reconocida. El primer libro de cocina moderno, Modern Cookery for Private Families (Londres. Longman, 1845), lleno de preciosas ilustraciones victorianas, recetas, consejos de economía doméstica, explicaciones detalladas sobre los ingredientes ... Eliza Acton, que quería ser poeta, murió con 60 años a pesar de su mala salud dejándonos aquel libro de cocina precioso que voy buscando por las librerías de Londres, la edición más antigua posible, sin éxito de momento.

Isabella Beeton
Unos cuantos años después Isabella Beeton (1836-1865) consiguió un enorme éxito gracias a otro libro de cocina, Mrs. Beeton s Book of HouseholdManagement (1861) donde, siguiendo la costumbre de la época, también daba consejos sobre cómo cuidar a las criaturas, a los enfermos, la casa... 900 recetas de cocina en más de 1000 páginas de libro que comenzó a publicar en forma de fascículos en las revistas que editaba su marido. Muchas de las recetas que publicó Isabella están copiadas del libro de Eliza.  
Isabella murió a los 28 años, después de parir su cuarto hijo. No sé si también quería ser poeta.

(Más información sobre Eliza, Isabella y su época en Life in victorian Britain. Michael Patterson. 2008)

domingo, 3 de junio de 2012

VAMOS A MATAR MONSTRUOS, DIJERON LOS HERMANOS GRIMM

VERSIÓ EN CATALÀ
La bella durmiente. Edward Burne Jones (1833-1898)





"Yo mataré monstruos por ti..."
Un día en el parque. Love of Lesbian.


Decía el genial G. K. Chesterton, a quien un día de éstos le dedicaré el homenaje que se merece, que los cuentos de hadas no explican a los niños que los monstruos existen. Los niños ya saben que los monstruos existen. Los cuentos de hadas explican a los niños que los monstruos se pueden matar.Este año y durante estos días celebramos el 200 aniversario de la publicación del primer libro de cuentos de los hermanos Grimm, Jacob y Wilhem, bibliotecarios, escritores, folcloristas y fundadores de la filología alemana. En un principio aquel libro de cuentos no estaba dirigido al público infantil. Era una edición sin dibujos y con muchas notas a pie de página. Jacob y Wilhem eran los defensores de la cultura tradicional alemana en la época de la invasión napoleónica. Eran cuentos crueles y salvajes como son la mayoría de cuentos de hadas auténticos. Criaturas abandonadas en el bosque, madrastras asesinas, niñas prisioneras en torres, maldiciones que caen sobre princesas inocentes ... La sociedad americana del siglo XIX condenaba y censuraba los cuentos de Grimm por su crueldad. Y fueron los ingleses los primeros en empezar a edulcorar la obra aún con los hermanos Grimm vivos y dispuestos a adaptar los cuentos al público infantil.Los cuentos que nunca nos abandonan, los que nos hablan de la oscuridad, de las manzanas envenenadas, de las agujas que nos hacen dormir cien años, del lobo que nos devora si le hacemos caso ... Los cuentos que nos recuerdan que los monstruos se pueden matar.Los cuentos que la vida moderna llevan al cine, a veces con delicadeza extraordinaria, a veces con esta manía de lo que debe ser políticamente correcto olvidando que cuando leemos el cuento y nos ofrecen la manzana envenenada y el espejo habla y la madrastra lucha contra el paso inexorable del tiempo entramos en contacto con la parte más atávica de nuestro inconsciente.Y ahora las princesas llevan armadura. Y a mí no me gusta.Será que todavía puedo notar los guisantes en la cama cuando voy a dormir.Larga vida a los hermanos Grimm y sus cuentos originales, crueles y perversos. Seguiremos matando monstruos a pesar de todo. Seguiremos pasando miedo cuando leemos cuentos de hadas.

martes, 22 de mayo de 2012

LAS MONTAÑAS DE JOAN DE LA VEGA

VERSIÓ EN CATALÀ


Mi mente urbana intenta dibujar una montaña efímera al ritmo de las imágenes sobrecogedoras, de belleza extraordinaria, intensas y luminosas, que nos ofrece Joan de la Vega en su libro La montaña efímera (Paralelo Sur Ediciones). El hecho de imaginar una montaña efímera, como una flor que dura poco, ya resulta interesante. Todo es efímero en este diálogo de armonías sutiles que desglosa un credo tan personal como universal (Aún creo en la estrella fugaz que lima, en su intermitencia, la mirada). El poeta se funde con la inmensidad del paisaje, entre astros que explotan, tormentas, flores, la nieve y los glaciares, pájaros majestuosos, las piedras eternas que testimonian la ascensión de todo aquel que busca contemplar(se) desde la cima (Aún creo en el terror de las alturas)

Subir esta montaña, en la primera parte del libro, La última cima, es como recitar una oración a divinidades antiguas. Cada árbol es un templo, cada roca un altar, cada paso un momento de comunión con el paisaje, un verso más del credo que da origen a esta espiritualidad. O que nos la recuerda, nos la recupera(Aún creo en el árbol que espejea el silencio del camino) La segunda parte, Lugar del amor, es un paisaje con nombres propios, nombres de la Vall d'Incles que parecen exorcizar los demonios de las llanuras. Casi parece que hay pesadillas que no pueden resistir según qué horizontes y acaban por disolverse en las aguas puras y frescas de un lago, en el silencio, en la nada de la montaña que es el todo cósmico, en definitiva. La montaña efímera es sobre todo un libro de increíble belleza, de metáforas llenas de significado que arañan sin piedad (por fin!)la necesidad personalísima de esta lectora en la búsqueda del poema en carne viva.

Quién lo iba a decir, que un alma querida y decididamente urbana como la mía acabaría dibujando montañas como flores en hojas de árboles.
Desde la soledad de la ciudad hasta la soledad de las montañas.
Y en medio todo lo que es efímero.

lunes, 23 de abril de 2012

FELIZ SANT JORDI!

VERSIÓ EN CATALÀ



Lentamente cerró el libro, olió las rosas que le ofrecían la promesa de una nueva primavera y levantó la vista al cielo. Transparente como sus sueños.

Mientras acariciaba una rosa le ofreció el libro, la sonrisa, los sueños ...

-Esta ciudad empieza a llenarse de dragones ... ¿Te vienes conmigo a ser un héroe?

domingo, 15 de abril de 2012

PAUL (VALÉRY) ESCUCHABA UNA MÚSICA...

VERSIÓ EN CATALÀ

VERSIONE IN ITALIANO


Paul Valéry (1871-1945)


Seguramente era de noche. Seguramente hacía frío. Aquel frío seco y francés.

Paul acababa de cumplir 21 años y seguramente sintió como se cerraba una puerta que no existía. El silencio absoluto. Un amor obsesivo y fracasado. Madame de Rovira, la mujer misteriosa que hizo que Paul no volviera a escribir poemas durante más de 20 años.

Seguramente Paul siempre tendría frío a partir de ese momento. Y buscaría los versos que no escribiría entre libros de filosofía y matemáticas. Seguramente pasaría sus días como funcionario buscando la palabra exacta que volviera a abrir esa puerta inexistente que se cerró una noche fría de aquel octubre de 1892.

Se vestiría cada mañana con el abrigo de la racionalidad y el escepticismo. Pasaría el tiempo analizando el movimiento de las bailarinas y de las olas del mar.

Hasta que entonces un día. El ritmo, simplemente el ritmo. Las olas. La vida y la muerte. Saber que el poema no se acaba nunca y abandonarlo abriendo un poco la mano. Como si fuera un pájaro herido que se anima a volar por fin.

El cementerio marino aparece en el año 1920. 28 años después de aquel octubre frío en que Paul Valery decidió que no volvería a escribir poesía.

Un día le preguntaron por el proceso de escritura. Paul sabía que podía haber hablado de filosofía y matemáticas en ese momento para explicar su poema. Miró lejos y dijo como si no le hablara a nadie: escuchaba una música dentro de mi cabeza ...



¿No os entran ganas de llorar?

lunes, 9 de abril de 2012

DERRIBANDO TEMPLOS

VERSIÓ EN CATALÀ

VERSIONE IN ITALIANO



Existe un hermoso templo japonés, el templo de Ise, en Kioto, que nos recuerda la imperdurabilitat del mundo que nos rodea. Es el lugar más sagrado del shintoismo y guarda el espejo sagrado de la diosa solar Amaterasu.

Este templo fue construido hace 1500 años y la tradición obliga a derribarlo cada veinte años para volver a construirlo exactamente de la misma manera. Así se permite que cada generación tenga la responsabilidad de volver a participar en la creación de parte de su cultura y se cumple lo que tantas veces se ha planteado a lo largo de la historia: cada generación se merece vivir su revolución, para poder seguir avanzando, para no estancarse, para no pudrirse en la autocomplacencia. Destruir para volver a construir. De lo que parece inevitable intentamos sacar el máximo provecho.

Derribemos nuestro particular templo de Ise, con el respeto que se merece, rodeados de la belleza de las flores del cerezo, y mientras lo volvemos a reconstruir quizá descubriremos nuevos detalles que hasta ahora estaban escondidos en la selva de la rutina, nuevos reflejos en el espejo divino de Amaterasu.

martes, 3 de abril de 2012

QUERIDO HANS CHRISTIAN

VERSIÓ EN CATALÀ

Hans Christian Andersen (1805-1875)


Querido Hans Christian,

un día después de tu cumpleaños, es primavera y llueve. Te recuerdo. Recuerdo tu tristeza, tus cuentos tristes y bellos. Criaturas muertas, perdidas, abandonadas. Como en los mejores cuentos de hadas. Llueve y es un buen día para elegir entre la eternidad húmeda de las sirenas o el amor imposible de los marineros. ¿Se habrá hecho grande tu sirenita? ¿Habrá aprendido por fin a tomar las decisiones correctas? Llueve y un soldadito de plomo abandonado trepa por la planta de habichuelas mágicas para enseñarle el paisaje a una bailarina tímida. Se ven patos y cisnes, se ve un emperador ridículo que se pasea desnudo por la calle, se ven princesas delicadas que no pueden dormir por culpa de un guisante, se te ve a ti, Hans, paseando por las calles de Roma, viajero y soñador, huyendo de la pobreza, volando como un cisne salvaje.

Es primavera y llueve y la Reina de las Nieves descansa en su palacio de hielo y soledad. Gracias por este cuento, Hans, que te redime de todo. Luchamos contra el frío, como siempre. Bailamos sin parar, con nuestros zapatos rojos, Hans, porque ya hemos descubierto la manera de hacerlos parar. Volamos cómo siempre, Hans, de la mano de aquella niña muerta de pobre que vendía cerillas en la calle y que en mis sueños se transforma en princesa valiente y nos salva a todos del frío.

Ya lo sé, que los cuentos de hadas de verdad no son felices pero hoy es el día después de tu cumpleaños y sé exactamente donde podríamos ir a celebrarlo, si quieres, mientras te recuerdo paseando por Londres junto al señor Dickens, viajero, escritor, aspirante a bailarín, soñador.

Cómo no iba a acordarme de ti, Hans Christian, si es primavera y llueve?

sábado, 24 de marzo de 2012

domingo, 11 de marzo de 2012

DEJAR QUE PASE FEBRERO

VERSIÓ EN CATALÀ

Quizás todo consiste en dejar que pase febrero, en observar de reojo el libro que lee el vecino del metro, en no ser capaz de recordar los versos exactos de aquel poeta porque hay ciertas cosas que se deben recordar cuando llueve y ahora no llueve y el aire sucio nos tapa como una cortina de desmemoria y no nos deja recordar por qué era importante dejar pasar febrero, espiar el libro del vecino, recordar los versos de aquel poeta ...

No me encontrarás nunca bajo la lluvia, ya sabes. Esperaremos tras los cristales de esta cafetería en Bloomsbury donde nos escondemos siempre a planear la mejor manera de quedarnos a dormir en el Museo Británico, acariciar la piedra Rosetta, perdernos entre tesoros que resuenan en nuestra alma como campanas, como recordar un sueño en blanco y negro donde ya nos conocíamos sin saberlo.

Dejar que pase febrero, cerrar todas las puertas de casa, alimentar gatos que no son nuestros, bajar a la calle a comprar un trozo de pastel de chocolate antes de que la lluvia londinense nos recuerde todas las cosas que hemos decidido olvidar.

domingo, 29 de enero de 2012

RECORDANDO A VIRGINIA UN 25 DE ENERO

VERSIÓ EN CATALÀ



VIRGINIA WOOLF (1882-1941)

El 46 de Gordon Square, en Londres, no existe en realidad. Cosas de la guerra. Pero seguimos imaginando las habitaciones pintadas de blanco donde Virginia respiraba alegrías y tristezas, la ebullición de las palabras, la casa llena de ideas, gente entrando, saliendo, creando los vínculos que sólo saben tejer aquellos que tienen el alma llena de mundos improbables.

Virginia escribiendo, su hermana Vanessa pintando. Intentamos olvidar la tristeza de la casa de Hyde Park. La tristeza infinita de Virginia tras la muerte de su madre, hermosa modelo de pintores prerrafaelitas nacida en la India, la muerte de su hermana Stella, la muerte de su padre. Virginia adolescente rodeada de muertos. Acaricio distraída el roble japonés que adorna la plaza. Virginia juega a ser equilibrista en la delicada frontera entre la vida y la muerte. Escribo su nombre en mi lista de escritoras suicidas (Sylvia, Anne, Virginia ...) Vuelvo a leer las cartas de despedida a su hermana Vanessa y a su marido Leonard, No creo que dos personas hubieran podido ser más felices lo que lo hemos sido nosotros.

Virginia intentando captar cada detalle de la existencia, cada olor, cada sabor, cada salto de la conciencia, cada sueño tomando forma en su máquina de escribir, el flujo de las palabras por fin desatadas, salvajes, como el río de Sussex donde se suicidó, Virginia en el deshielo primaveral de principios de siglo, hablando sola, inventando monólogos oníricos, siendo feliz, sintiéndose desgraciada, Leonard a su lado, Virginia feliz, Virginia creando.

Los fantasmas de Bloomsbury me acompañan un rato hasta mi cafetería secreta. Ofrezco una sonrisa discreta a los ángeles de Swedenborg que insisten en explicarme historias increíbles. Ahora no. Hace frío y llueve. Hace 130 años que nació Virginia. Hay ángeles que pueden esperar.

Bajo un roble japonés.

miércoles, 4 de enero de 2012

CUALQUIER DIA LLEGARÁ UN AÑO NUEVO

VERSIÓ EN CATALÀ

VERSIONE IN ITALIANO

ENGLISH VERSION

Cualquier día llegará un año nuevo y nos encontrará contemplando el fuego desde la entrada de la cueva donde empieza todo.

Donde empezamos a transformarnos en la leyenda que alguien escribe en hojas de papel invisible.

Donde empezamos a convertirnos en el sueño del nómada que acaricia el viento con sus pestañas.

Donde empezamos a convertirnos en la esperanza de quien no tiene miedo y sabe que debe salir de la cueva para que comience todo.

Cualquier día llegará un año nuevo y nos encontrará inventando palabras nuevas, cambiando el nombre de las cosas que ya existen, aprendiendo idiomas antiguos que sólo hablan las hadas buenas de los cuentos infantiles.

Cualquier día llegará un año nuevo y no nos daremos cuenta.
Porque cambiaremos el reloj por la brújula.
Porque no nos importará saber qué hora es sino hacia dónde debemos caminar.

No echaremos nada de menos porque todo será nuestro.