VERSIONE IN ITALIANO
Paul Valéry (1871-1945) |
Seguramente era de noche. Seguramente hacía frío. Aquel frío seco y francés.
Paul acababa de cumplir 21 años y seguramente sintió como se cerraba una puerta que no existía. El silencio absoluto. Un amor obsesivo y fracasado. Madame de Rovira, la mujer misteriosa que hizo que Paul no volviera a escribir poemas durante más de 20 años.
Seguramente Paul siempre tendría frío a partir de ese momento. Y buscaría los versos que no escribiría entre libros de filosofía y matemáticas. Seguramente pasaría sus días como funcionario buscando la palabra exacta que volviera a abrir esa puerta inexistente que se cerró una noche fría de aquel octubre de 1892.
Se vestiría cada mañana con el abrigo de la racionalidad y el escepticismo. Pasaría el tiempo analizando el movimiento de las bailarinas y de las olas del mar.
Hasta que entonces un día. El ritmo, simplemente el ritmo. Las olas. La vida y la muerte. Saber que el poema no se acaba nunca y abandonarlo abriendo un poco la mano. Como si fuera un pájaro herido que se anima a volar por fin.
El cementerio marino aparece en el año 1920. 28 años después de aquel octubre frío en que Paul Valery decidió que no volvería a escribir poesía.
Un día le preguntaron por el proceso de escritura. Paul sabía que podía haber hablado de filosofía y matemáticas en ese momento para explicar su poema. Miró lejos y dijo como si no le hablara a nadie: escuchaba una música dentro de mi cabeza ...
¿No os entran ganas de llorar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario