domingo, 10 de mayo de 2015

LA LIBERADORA DE AVESTRUCES SONÁMBULA

VERSIÓ EN CATALÀ

Cuando voy hacia Barcelona en tren con la línea del Garraf paso cerca de una granja de caballos que me hace sentir especialmente perpleja. Una vez vi avestruces. Conté cinco o seis. Lo prometo. Avestruces despeinados y tristes que miraban pasar el tren como si pudieran ocupar las vías y asaltarlo.

Me dieron tanta lástima que esa misma noche maquiné un plan infalible para liberarlos. Uno de los míos, ya sabéis. Se lo expliqué a mi novio y pensó que bromeaba. Todavía hay quien no entiende por qué lo dejé. El plan incluía nocturnidad, linternas y un camión muy grande.

Cuando volví a pasar unos días después, ya no había avestruces. No los he vuelto a ver.

A veces pienso que soy una liberadora de avestruces sonámbula y que mi plan funcionó.

Me gustaría saber donde los escondí. Sonámbula y amnésica. Superheroína de pacotilla.

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