Por todas las historias que esperan ser explicadas en rigurosa fila india al otro lado de nuestros párpados cerrados. Las historias educadas que esperan su turno, disimulando la impaciencia, diciendo por favor y gracias y perdón, las que preguntan quién es la última y alguien contesta "aquella de allá, la historia del chico que luchaba contra los monstruos y al final ganaba", las historias que duermen 8 horas diarias (en horario nocturno, sin duda) y comen teniendo en cuenta el equilibrio entre proteinas e hidratos y siempre se portan bien y no dan problemas y no montan escándalos. Las historias educadas que en el fondo tienen ganas de ser escandalosas.
Por todas las historias que esperan ser explicadas con la impaciencia de quien sabe que se acaba el tiempo, que en cualquier momento aparece la palabra Fin y saltan con entusiasmo y gritan un poco esperando que nos demos cuenta de que están allá. Las historias al margen de las normas, que duermen de pura felicidad en cualquier rincón caliente y seco, que comen caramelos de fresa sin parar y aceptan no ser aceptadas a cambio de no vender su libertad y animan a la rebelión a las historias educadas que esperan ser explicadas en rigurosa fila india.
Por la musa que siempre acompaña a su artista, a pesar de todo, que siempre está, que siempre espera que la mire a los ojos, que coja aire, que empiece una nueva historia, que continúa confiando en él, guardando los mejores sueños. Por la musa que espera que su artista vuelva de luchar contra los dragones, cargado de rosas, perseguido por princesas histéricas. Y le guarda un lugar especial encima de un árbol para que descanse.
Por los monstruos en forma de dragón o de cualquier otra cosa que no podrán con nosotros.
Por los héroes en forma de dragón o de cualquier otra cosa que nos animarán a continuar.
Por las princesas en forma de rosa y las rosas en forma de princesa.
Por las palabras poderosas, por la materia de los sueños, por los besos que lo curan todo, por las flores que todavía nos tenemos que regalar, por los cuentos que todavía nos tenemos que explicar, porque nos volveremos inmortales cuando escribamos nuestra leyenda, por los libros que nos alimentan más que un plato de macarrones.
Porque la mejor historia todavía está por escribir.
mi rosa de Sant Jordi |
Asi es la mejor historia siempre será la vida misma.
ResponderEliminarSaludos,
Postes de madera
la vida está llena de historias, sí. Algunas mejores que otras.
ResponderEliminarSaludos.