martes, 7 de septiembre de 2010

EMPIEZA EL CURSO

VERSIÓ EN CATALÀ


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Adiós, verano, gran verano. Aquellos días sin horarios ni más obligaciones que mantener la casa ordenada y la nevera llena. Conciertos, películas, libros, conversaciones interesantes, viajes, amigos, proyectos, cenas, playa, nacimientos, separaciones, reencuentros... luz, tanta luz llenando tantos días. Tantos momentos irrepetibles. Extrañamente irrepetibles.


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Empieza el curso. Y como siempre nos dejaremos la piel para intentar hacer el trabajo de la mejor manera posible a pesar de todo. No entraremos en detalles. Todo el mundo debe de saber a estas alturas como se ha cubierto de gloria el departamento de educación, bien como padres, bien como profes.
Ya tenemos los alumnos dentro de las aulas (aulas con 35, con 47...) Este año me toca dividirme entre el aula d'acollida y el aula ordinaria. No me han dado opción. No envían profes. Nos tenemos que repartir. Además siempre hay algún alumno de bachillerato que me pide que sea su tutora de trabajo de investigación. Este año sólo tengo uno. 

Mi prioridad siempre son los que llegan nuevos y pequeños. Hoy he recibido un niño de Rumanía. Entrevista con los padres en italiano y procurar que el primer día de la criatura sea lo más fácil posible teniendo en cuenta que sólo habla rumano. Qué será de mis alumnos el curso que viene? Porque el conseller elimina las aulas de acogida pero nos continúan llegando alumnos de fuera. Cómo podemos atender la diversidad si tenemos clases con 35 alumnos? Quiero saber qué va a pasar con mis alumnos cuando yo no esté. Nadie es imprescindible. Que pongan otra persona. Pero que la pongan.


-3-

Este año tendré que comer macarrones y cosas así si quiero llegar en condiciones al final del día. He triplicado las horas de entrenamiento porque mi maravillosa profe de danza me ha convencido para hacer dos clases de contemporánea a la semana. Aparte de todas las horas de danza que ya hacía. Estoy un poco triste porque todavía no he encontrado pareja apropiada para la clase de tango. Por favor, que alguien venga a clase conmigo! que sosos son todos los hombres de mi alrededor!

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Me han regalado un libro precioso. Las cartas de amor que le escribía Pablo Neruda a Matilde Urrutia. Quiero no solo amarte, alma mía, sino ayudarte a vivir. Una edición muy bonita que me tiene transtornada porque Neruda es una de mis debilidades y gracias a Matilde escribió tantas cosas. Como Los versos del capitán. Siempre tengo Los versos del capitán a la vista, pase lo que pase.

1 comentario:

  1. Sí, si que es penoso que supriman las clases de acogida y que se siga con esa cantidad de alumnos en una clase, en vez de ir hacia adelante se retrocede como los cangrejos.
    Por el verano, no te preocupes volverá y sí, los hombres son unos sosos. Un beso

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