domingo, 10 de febrero de 2013

NI HUIMOS NI NOS RENDIMOS

VERSIÓ EN CATALÀ


Respirar aquel aire gris nos recordaba de dónde veníamos y sobre todo por qué nunca quisimos marchar. Quizás no sentíamos la necesidad de ser salvados. Vivíamos ahogados por la inconsciencia o por la voluntad de resistir. En cualquier caso los ángeles pasaron de largo dejando a su paso un olor de corrupción y heridas. Los ladrones ahogados por sus corbatas. La inocencia atrapada en una autopista sin señales. No era Berlín. No era el invierno más frío que recordamos. No era el febrero más duro de nuestras vidas. No era la terraza desde donde planeábamos equilibrios imposibles. No era la imagen en el espejo de nuestras creaciones alcoholizadas. No éramos nosotros. No eran las últimas decisiones que deberíamos tomar.

Siempre hemos odiado el dramatismo de las despedidas y los besos en blanco y negro. Aquel ridículo andar en círculos mientras afuera nos esperan los verdugos disfrazados de pesadilla. Me obsesiona esa luz extraña que te acaricia mientras miras distraído por la ventana. Más que cualquier otra cosa. Tu sombra es el resumen del acto final de esta obra que llamamos civilización. ¿Habrá espacio para la ternura mientras decidimos como resistir? Ni huimos ni nos rendimos. No contemplamos la resignación como una alternativa válida. Porque el imperio se hunde y no tiene ninguna importancia que expliquemos de qué color son los ojos que nos salvan del desastre. O a qué hora pondremos punto y final a las canciones que nos inventamos para sobrevivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario