domingo, 2 de octubre de 2011

LA PRIMAVERA ES UN ESTADO MENTAL

VERSIÓ EN CATALÀ



La primavera es un estado mental. El verano más todavía.
A la puerta de mi casa se acumulan montañas de hojas secas, doradas y tristes. Ya hace días que tengo que dormir con manta.

Y todavía no ha llegado lo peor.
Todavía no llueve.
Todavía no hacen falta abrigos.
Todavía no temblamos por las esquinas.

Voy buscando estrategias para avanzarme a las primeras señales de congelación anímica.

Horneo grandes cantidades de galletas y magdalenas.
Preparo té muy caliente. El té muy caliente siempre ayuda a sobrevivir en otoño.

Me rodeo de libros donde aparecen pirámides, oscuras ciudades victorianas, versos sin rima, cartas sin respuesta, viajes sin mapa. No todo en el mismo libro, claro.

Imagino animales enormes, imposibles y marítimos bailando en círculo a la luz de lunas enormes.

Me refugio en librerías nuevas y antiguas. Preferiblemente librerías con cafetería. Café, pasteles y libros. Y que venga el invierno que ya no me importa. En algún lugar debe de ser primavera. También sirven librerías sin cafetería si hablan italiano como la librería Le Nuvole a cuya inauguración  asistimos hace unos días. Sugerente, azul, un trocito de Italia en Barcelona mientras acabamos de preparar el próximo viaje a Verona. Hará frío, ya lo sé. Mucho frío. Pero este año no me importa.

Parece que no. Pero ya es octubre.
Pronto hará frío.
Pero la primavera es un estado mental.

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